1º Aprovechar o desarrollar módulos en nuestro propio ERP:
Es la mejor manera de desarrollar un sistema de calidad eficaz, ya que por lo
general lo que hagamos en nuestro ERP va a darnos una trazabilidad completa, ya
que aprovecharemos la base de datos de clientes, de proveedores, de productos,
ect., trabajaremos una sola vez y la información estará disponible para todo el
personal (con acceso al ERP).
Es la mejor forma de conseguir una total integración entre
nuestro sistema de calidad (u otros), y nuestro trabajo del día a día, por
poner un ejemplo, un sistema de evaluación de proveedores integrado en el ERP
puede impedir la contratación de un proveedor no homologado o que ha perdido
ésta, de forma automática, o si abrimos una no conformidad poderla asocial al
proveedor, cliente, producto, albarán, operario, comercial, etc.
El único inconveniente es que seguramente no podamos cubrir
todos los puntos de la norma, pero en estos casos podemos recurrir a soluciones
en la nube como DOKKUS, Monkey Survey, etc.
2ª Instalar un software específico para la gestión de
sistemas: Lo ideal sería implantarlo durante la primera fase de desarrollo de
un sistema de gestión. Una característica casi obligatoria de estos sistemas es
que sean capaces de importar los datos de nuestro ERP, como son las bases de
datos de proveedores, clientes, etc., con el objetivo de no hacernos trabajar
dos veces. Aún así nunca estarán tan integrados como si trabajamos directamente
en el ERP.
También pueden quedar apartados sin cumplir y para lo cual
se puede recurrir a soluciones en la nube u opciones que comento en el
siguiente punto.
3ª Utilizar el software tradicional de ofimática: Como hojas
de cálculo, bases de datos tipo Access, o procesadores de texto. Se pueden
conseguir soluciones muy apañadas especialmente en organizaciones pequeñas.
Y por supuesto la última opción, sería la utilización de
formularios en papel.